sábado, 18 de octubre de 2008

Maldonado...Un recorrido histórico por nuestra ciudad...El Cuartel de Dragones



CUARTEL DE DRAGONES:


Foto: Portón coronado por un bellísimo arco escarzano de excelente labrado, entrada al Cuartel.



¿QUÉ QUIERE DECIR BLANDENGUES?

Blandengues es un cuerpo militar cuyos orígenes se remontan a 1724 en la provincia de Santa Fe, Argentina, destinado en un primer momento a la defensa de la frontera de la Gobernación del Río de la Plata con los pueblos indígenas de la Pampa.
Su nombre se debe a que al ser revistados por el gobernador blandieron las lanzas con las que estaban armados en señal de homenaje a las autoridades. El uniforme que utilizaban consistía en: casaca azul con collarín, solapas y vueltas de color rojo; chambergo o tricornio redondo con cinta y cucarda colorada.
Si bien eran en un principio lanceros el virrey Vértiz los reforzó con sables, mosquetes, carabinaspistolas. En situaciones críticas las autoridades los utilizaban para aumentar las guarniciones de Buenos Aires, Montevideo, Maldonado y Ensenada de Barragán entre otros puntos principales.
De entre los jefes de estas milicias surgieron personajes importantes de la independencia y primeros años de la Argentina y el Uruguay, tales como José Gervasio Artigas y Estanislao López.
El actual regimiento
Blandengues de Artigas es uno de los cuerpos que conforman el Ejército de Uruguay. Cumple funciones de escolta al Presidente de la República y sus miembros constituyen la guardia de honor.






Foto: Capilla del Cuartel de Dragones.
Cuartel de Dragones


Foto: entrada al Cuartel de Dragones por la calle 25 de Mayo.

Fue construído por disposición del Gobernador de Buenos Aires Juan José de Vértiz con la finalidad de albergar hasta 600 soldados. La construcción de este edificio comenzó en marzo de 1771, finalizándose en 1797. Formó parte del plan general de fortificación de Maldonado. Su planta fue ideada por el ingeniero español Bartolomé Howel, quien lo dirigió en su primer etapa. Fue finalizado por el diligente ministro de la Real Hacienda de Maldonado don Rafael Pérez del Puerto.
Abarcaba toda una manzana con una superficie edificada de 2.500 metros cuadrados, construído en piedra de sillería muy bien labrada y barro, techado de teja (inicialmente los techos fueron de paja y en los sectores que aún hoy se conservan son de tejas apoyadas en vigas de madera), madera dura del norte y reja para las ventanas. Fue el edificio mas importante de la época colonial en la zona no solo por su destino castrense sino por su alto valor artístico. Consiste en un perímetro de salas y una Capilla que encierran un gran patio. Tuvo hospital, sala de armas, alojamiento para los oficiales, cárcel, guardia, cuadras para la tropa cocinas, despensa y botica.
La denominación popular fue la de Dragones o de Blandengues evocando los principales cuerpos que allí se alojaron. Tuvo el honor de que en él tomara estado militar nuestro Prócer General José Gervasio Artigas el 10 de marzo de 1797.

La Capilla:

El 2 de febrero de 1801, el cura párroco Dr. Dámaso Gómez de Fonseca inauguró oficialmente esta capilla provincial, para poder edificar en el solar destinado para iglesia la actual Catedral.
Se habilitó en la esquina sudeste del Cuartel.
En ocasión de la ocupación inglesa, la Capilla fue el lugar que menos sufrió las consecuencias del ataque, pese a lo cual en 1889 se temía que se desplomara por el estado ruinoso que presentaba.

Foto: Patio interior del Cuartel.

El ingreso al Cuartel se realizaba por la antigua calle Real (actual 25 de Mayo) a través de un magnífico portalón coronado por un bellísimo arco escarzano de excelente labrado, que aún hoy puede apreciarse.

Entre 1801 y 1830 albergó la Capilla de la población mientras se construía el Templo. A tales efectos se adaptó una cuadra de soldados y un cuarto de sargentos, y también se abrió una puerta independiente al exterior. Albergó también en 1806 el tren de artillería en una de las cuadras del sur.






Foto: Estatua de José Gervasio Artigas en el patio del Cuartel.


Foto: Busto de José Gervasio Artigas en el interior del Cuartel.

El 12 de febrero de 1969 el Poder Ejecutivo dispuso la creación de la Comisión Restauradora del Cuartel de Dragones de Maldonado con la finalidad de «...llevar a cabo la reconstrucción del Cuartel de Dragones de la ciudad de Maldonado, e instalar en él un Museo Didáctico Artiguista...». Fue entonces que comenzó la vinculación del Capitán de Navío Miguel Cabrera con el histórico Cuartel de Maldonado. Desde la década de los '50 se bregaba para salvar de la ruina total el antiguo Cuartel, en el cual había servido –nada menos- que el Padre de la Patria don José Artigas. Los intentos de entonces no pasaron de los buenos deseos, hasta que se constituyó la Comisión de referencia cuya consigna fue salvar de la destrucción total la ruina histórica y reconstruir en su mayor parte el Cuartel, dotándolo de la monumentalidad de sus épocas de mayor esplendor..
Desde 1969 se comenzó con un proceso sistemático de recuperación y reconstrucción del antiguo Cuartel que ha llegado a nuestros días (y aún continua). Gran parte del impulso de su reciclaje se debió, entre otros, al Capitán Miguel Cabrera.
Hacia 1972 se concluyeron las obras del alojamiento de los sargentos y personal de tropa, así como las letrinas y piletones de aseo. Con motivo del Sesquicentenario de los Hechos Históricos de 1825 en 1975, la reconstrucción del Cuartel tomó un renovado impulso en virtud de que el Estado destinó una importante suma de dinero con tal finalidad.
En 1976 asumió la Presidencia
de la Comisión el Capitán Cabrera y ese mismo año se inauguraron las obras de la Capilla, y se colocaron los pisos de piedra en el acceso a la misma y en la llamada Galería de los Héroes. Ese año también se obtuvo una importante donación de 54 toneladas de madera dura proveniente del Gobierno del Paraguay, que fue utilizada en las obras de restauración (principalmente del portalón de entrada).
En 1977 se inauguró la estatua de Artigas en el patio de armas.
Por esos años se lograron algunas de las ansiadas expropiaciones para poder continuar con las obras de recuperación de los espacios que ocupaba el Cuartel. En 1978, en las Salas recuperadas, se realizó la Primera Exposición de Artistas Nacionales organizada con el apoyo de la galería Moretti. Desde entonces el Cuartel comenzó a proyectarse como centro de irradiación cultural.
En 1979 se logró la expropiación de otro de los padrones contiguos al Cuartel ( Nos. 39 y 45).
Desde 1980, y durante muchos años, una de las Salas del Cuartel fue utilizada como Archivo Judicial de Maldonado.
Ese mismo año se culminó con la construcción de la puerta de madera de la portada principal. También ese año se logró la donación de Dibujos de Trajes de Soldados de los distintos Cuerpos que actuaron en el Río de la Plata durante la época colonial (muchos de los cuales se albergaron en el Cuartel).
En marzo de 1980 se inauguró la denominada Galería de los Héroes, que contiene bustos en bronce de los distintos próceres americanos acompañados de los pabellones nacionales correspondientes a los territorios que liberaron. Preside dicha Sala el busto de nuestro Artigas, y a su fondo la leyenda «La libertad de América forma mi sistema, y plantearlo es mi único anhelo».
Para entonces se había restaurado en su totalidad el Arco de Entrada, los muros perimetrales en piedra y se habían consolidado las paredes originales en distintos sectores.
En 1981 se logró una réplica de la espada del Gral. Artigas, proveniente de la Provincia de Córdoba. Ese año se hizo una exposición de grabados sobre Tauromaquia de Goya, resultando dicha exposición uno de los puntos culturales remarcables de la temporada veraniega.
En 1983 se obtuvo la donación de la maquette ganadora del primer concurso para el Monumento a Artigas, que se convocó en la época del Gral. Santos, y que nunca se erigió.
En esos años se logró la expropiación de los padrones Nos. 7072 y 795, y comenzaron las trámites para trasladar la Escuela No. 2 desde el padrón No. 40 a su actual emplazamiento.
En 1988 se suscribió un convenio con el Ministerio de Obras Públicas para adecuar e integrar las instalaciones de la ex Escuela No. 2 al espacio del Cuartel. Se resolvió mantener el «casco viejo» de la escuela y demoler lo demás.
Para entonces se lograron consolidar los muros y ventanas sobre las calles 25 de mayo y 18 de Julio. Se dejaron a la vista los cimientos de las construcciones existentes en dicho sector.
En 1992 se realizó en el Cuartel una magnífica exposición del pintor uruguayo Barradas.
En 1994, con motivo de los 25 años de creada la Comisión, se inauguró en la Sala España
una importante estela en bronce denominada «Artigas en el Ayuí», donación de la familia Cardelino, de autoría de José Belloni. En esa oportunidad se recibió de una delegación de Rotarios españoles una réplica de la bandera enarbolada por la Armada Española en 1785.
En 1997 se conmemoró con gran solemnidad los 200 años del ingreso de Artigas al Cuerpo de Blandengues en el Cuartel de Dragones de Maldonado, un lejano día 10 de marzo de 1797.
De todos estos logros, que permitieron la consolidación del Cuartel como monumento histórico nacional, contribuyó grandemente el Capitán Miguel Cabrera, quien fue el impulsor indiscutido de la magnífica obra de recuperación. Por supuesto que no actuó solo, sino que lo hizo secundado por la historiadora Dra. Florencia Fajardo Terán y el Arq. Sergio Morixe. Junto a ellos actuó (y aún lo hace) el Sr. Dumas Curbelo, quien demostró una ejecutividad y fidelidad encomiable para con el proyecto de restauración.
El camino trazado por el Capitán Cabrera, de quien en este mes se está cumpliendo el décimo aniversario de su fallecimiento, ha continuado inexorablemente con la acertada conducción del fernandino Cnel. Daoiz Bonilla y un grupo de colaboradores.
El Cuartel de Dragones se encuentra plenamente integrado a la comunidad. Frecuentemente se celebran en sus espaciosos recintos acontecimientos del vivir de nuestra sociedad.


Constituye un edificio histórico que enorgullece a nuestra ciudad.
















Túneles bajo el Banco República y Jefatura de Policía de Maldonado
Historia. Intentan rescatar el pasado clandestino de la capital fernandina

ANDRÉS LÓPEZ REILLY

Los túneles coloniales de Maldonado no son sólo una tradición oral. También hay vestigios arqueológicos que avalan su existencia. ¿Para qué sirvieron? ¿Dónde se encuentran? Una comisión intenta aclararlo desde hace más de un año.

Durante la época de la conquista española, Maldonado fue la segunda ciudad más importante del país. Fundada en 1757, luego que el primer gobernador de Montevideo, José Joaquín de Viana, trasladara un puñado de indios guaraníes a donde hoy se ubica el casco histórico de la ciudad, Maldonado nunca tuvo los imponentes fuertes que sí existieron en Montevideo.

Sin embargo, la Corona siempre se preocupó por el desarrollo de los fernandinos (gentilicio utilizado en homenaje a Fernando VI), lo que se constata en los edificios instalados alrededor de la plaza y en otras construcciones y baterías de cañones que fueron instaladas tanto en tierra como en la Isla Gorriti para repeler el asedio de potencias enemigas.

Mucho se ha escrito de la historia fernandina. Sin embargo, poco y nada se sabe del sistema de túneles que, al igual que en Montevideo, unió a varios edificios de la ciudad.

¿Por qué nadie habla de ello? Porque históricamente, los túneles tuvieron propósitos militares o clandestinos. Y porque actualmente se encuentran, ya sea en tramos transitables, tapiados o inundados, bajo edificios públicos como el Banco República y la jefatura de Policía de Maldonado.

Probablemente nadie llegue a través de ellos a las bóvedas del banco, o a escapar del calabozo de la Jefatura. Sin embargo, 200 años después, siguen siendo un tema tabú.

También existe un conflicto de intereses arqueológicos y patrimoniales, enfrentados a la imaginación e información ciudadana que aportan personas que han visitado e incluso fotografiado estas galerías.

LA COMISIÓN. Desde hace más de un año, la Comisión de Investigaciones Subterráneas ha estado estudiando la red de túneles, aljibes y bóvedas.

En todo este tiempo, recogió numerosos testimonios de personas a las que "les contaron" sobre las construcciones, o que estuvieron en ellas y aportan descripciones similares o casi idénticas.

La comisión cuenta con un archivo grabado, filmado y de fotografías de los lugares. Ha podido trabajar con un georradar (que detecta la topografía del subsuelo) y tiene el respaldo de la Dirección General de Cultura de la Intendencia de Maldonado.

Entre otras cosas, ha logrado ingresar a dos cámaras subterráneas que se encuentran bajo el Cuartel de Dragones, construido entre 1771 y 1797, que se supone podrían ser cámaras sépticas que sirvieron a ese asentamiento militar.

"Lo que hay es una aproximación, todavía no sistematizada, de los túneles que hay a nivel de tradición oral. Se está trabajando para dejar una información de lo que pueden ser leyendas urbanas, existan o no existan los túneles", declaró a El País la arqueóloga Carmen Curbelo, asesora de la comisión.

En el grupo de investigadores hay mucha expectativa. "No sabemos que sean cámaras sépticas, se está a determinar su función. Una de las bóvedas estaba inundada. La otra fue modificada probablemente cuando se hizo la reconstrucción del cuartel, porque tampoco existen planos. Poner en valor esas bóvedas sería muy interesante al turismo cultural", destacó Estela Baquet, alma mater de la comisión.

"La primera de las bóvedas mi padre la vio abrir en 1924. Sacaron empuñaduras de espada y monedas, bajaron con velas. A una de ellas la desagotamos nosotros", añadió Baquet.

EL MAPA. El investigador Andrés Barrera ha realizado varios trabajos independientes en Montevideo y recientemente viajó a Maldonado invitado por la comisión. Barrera señaló a El País que existen elementos para afirmar que alguna vez estuvieron conectados el Cuartel de Dragones con la Iglesia, la Jefatura de Policía, el actual Banco República y la antigua Casa del Gobernador.

También habría túneles en la zona de la Torre del Vigía, desde donde existía una perfecta visual del puerto y se podía identificar a las naves enemigas. Éstos se conectarían con el cuartel, que llegó a refugiar al general José Artigas.

Barrera no descartó que las bóvedas que están bajo el Cuartel de Dragones sean cámaras sépticas, aunque dijo que también podrían haber sido pensadas como refugios antibombas, pues se encuentran apartadas del cuerpo central del edificio, bajo la vereda.

"Si alguien bombardeaba el cuartel, apuntaba a las construcciones principales", explicó.

Sobre la iglesia, Baquet añadió: "Las fortificaciones más efectivas eran las iglesias, que eran de difícil acceso y de material. No olvidemos que estamos hablando de un Cuartel de Dragones de fajina y techo de paja que no le ofrecía resistencia a nadie".

La teoría de los aljibes conectados

El investigador Andrés Barrera explicó que a muchos de los túneles, tanto en Maldonado como en Montevideo, se ingresaba por aljibes. Por lo tanto, estos manantiales siguen siendo puertas a estos pasadizos subterráneos.

Se da el nombre de "aljibe" a todo conjunto formado por un brocal y una cisterna. El brocal es la parte superior, angosta y recta, y la cisterna la inferior, más expandida.

Este modelo de construcción hace que muchas veces parezca que los aljibes tienen grandes cantidades de agua, cuando en realidad no tienen más que 60 centímetros de profundidad. Lo necesario para que irrumpa el balde. También impiden que, desde la superficie, se pueda ver la entrada a los túneles que tenían sus puertas a un costado de la cisterna.

Estos pasadizos no sólo se construían para ser transitados, sino también para retirar el aire viciado hacia otro aljibe que actuaba como una ventilación. El sistema evitaba, además, que el agua se estancara y que los aljibes se rebasaran con las lluvias.

Y era una fuente de transmisión de enfermedades para todos los que tomaban de los pozos conectados por la red subterránea.

FUENTE: "EL PAIS digital" (domingo 06, 07, 2008)



Rafael Pérez del Puerto y 18 de Julio
Maldonado - Uruguay
Tel: 042 - 225378